sábado, 19 de junio de 2010

Calle de las Herrerías, la "forjadora" de Cuenca


La calle de las herrerías se encuentra en la parroquia urbana Huayna Cápac, sector 13 de la ciudad Atenas del Ecuador.

Carlos Calle, quien trabaja en su taller metalúrgico, se da tiempo para hacer una reseña sobre la zona en mención y argumenta que cuando los españoles fundaron la ciudad, repartieron los primeros solares tomando en cuenta las ordenes oficiales y la tradición en la conformación de los emporios colonizados, en cuanto a la utilización física, social y simbólica del espacio.

En aquella época -luego de la fundación de Cuenca (12 de abril de 1557)- ya existía una notable separación de espacios entre españoles, criollos e indios.

Los pobladores de la ciudad se dedicaron a diferentes oficios, según las necesidades y demandas para aquel tiempo requeridas, pues ya se evidenciaba una ubicación específica estrechamente ligada con diversas ramas artesanales. Por citar algunos ejemplos: los panaderos radicaban cerca de la ribera del río Tomebamba, con la finalidad de aprovechar el agua para sus molinos de granos; los alfareros buscaban franjas donde había arcilla; los plateros -mayoritariamente españoles- en lo que hoy es la calle Gran Colombia del Centro Histórico cuencano, patrimonio de la humanidad.

Mientras tanto, los herreros se asentaron en el sureste de la ciudad, lugar de entrada y salida entre Quito y el Cuzco, por la ubicación estratégica para poder satisfacer con aperos, frenos, herrajes, etc. a los viajeros que llegaban y se marchaban de la comarca austral.

Don Carlos, expresa que es el trabajador más antiguo del lugar y con seriedad en su rostro dice: “la herrería es una negocio tradicional de esta zona; fabricamos de todo: cruces, chapas, verjas y hasta sartenes”. Asimismo, explica que su taller es transmitido de generación en generación, puesto que su padre lo fundó y él a su vez lo dejará a su hijo, quien de igual forma gusta de esta profesión.

Sostiene con énfasis que la Virgen del Vergel es la patrona de los herreros y las festividades en su honor se efectúan en junio, con una amplia programación. Además, cuenta que antes esta calle tenía otro nombre: “Antonio Valdivieso”; pero la Municipalidad de Cuenca procedió al cambio para con el nuevo título rendir homenaje bien merecido a todos los artesanos del sector que trabajan con gran esfuerzo cada día para “vivir del hierro”.

Así, la tradicional calle de las herrerías, que en el pasado fue parte del camino real de los incas, hoy aún conserva un ambiente colonial caracterizado por los trabajos de hierro forjado en las viviendas, con una arquitectura antigua y atractiva, casas de adobe, techos de teja y veredas y calles de adoquín.

Sin embargo, también se han agregado nuevos atractivos como el monumento a Vulcano (Dios del fuego) en la Plaza del Herrero. La principal institución que impulsó la creación de esta representación fue la Fundación “Paul Rivet”, que inició la construcción de la misma en 1995 y la culminó un año más tarde.

Helmont Hilenkan talló el “Vulcano” y lo representó por un hombre de hierro de medio cuerpo; junto a éste, llenando el parque colorido están unos monolitos que dan forma a un bosque de cemento.

La Calle de las Herrerías conjuntamente con la Plaza de Herrero son un llamativo sector de Cuenca, con mucha tradición y que invita a propios y extraños a conocer y empaparse más de la cultura e historia del austro ecuatoriano.

Realizado por Eddy F. Salinas A. (eddy.salinas.alba@gmail.com)

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